¿65 horas? Ni de coña


En este post no voy a hablar de Historia, sino que es un post donde voy a expresar mi opinión sobre un tema preocupante y a cuya campaña en contra he decidido adherirme.
Un tema de actualidad, que parece que, desde esta plataforma he decidido comentar y opinar para que no quede eclipsado por otras noticias como la "eterna crisis" o la huelga de transporte -también dignas de comentar- o el panem et circenses de turno con el 4-1 a Rusia y sin Marcelino.
Cuando lo escuché por leí en la prensa, he de reconocer que, como trabajador además de estudiante, me quedé absorto; cuando lo vi en las noticias por televisión, me hirvió la sangre y cuando lo leí en La Bollonera, exploté y lo comenté.

Nada menos que 91 años han pasado desde que la OIT consagró este derecho social de una jornada laboral más o menos razonable, y en estos días, la propuesta de la ministra eslovena, Marjeta Cotman, parece que ha conquistado a los grandes de Europa para echar por tierra en unos días los derechos conseguidos por el movimiento obrero durante años -aunque en casos como la opt-out británica ya funciona desde hace algunos años- Ya olía mal esa sutil sustitución en el artículo II-75 de la Constitución Europea en la que se sustituye el tradicional derecho al trabajo -recogido por la Constitución española de 1978-, por el derecho a trabajar y que los españoles alegremente dijimos SÍ -opción condicionada en causa común por los partidos mayoritarios y por la publicidad de los medios- ante la pantomima de un referendum consultivo y no vinculante.

Yo soy partidario de la jornada laboral de 35 horas semanales, algo que veo positivo desde la óptica económica y social, y creo debería ser el siguiente logro en un ámbito donde se presume de "buenas condiciones laborales". Pues no, todo lo contrario, la propuesta consiste en extender una forma del opt-out británico a nivel europeo. Se presenta como una medida que facilita libertad y flexibilidad a las partes contratantes en la relación laboral. Se negocia entre trabajador y empresa cuantas horas, horario y condiciones pudiendo superar las 48 fijadas hoy día, 60 horas semanales en casos generales y hasta 65 en colectivos especiales.

Fantástico, somos libres y flexibles. Libres para dedicar nuestra vida casi exclusivamente al trabajo.
Podéis llamarme catastrofista por mi visión alarmista sobre este particular, pero creo que no es para menos.
Con el estudio de la Historia, mi experiencia en el mundo laboral, o simplemente la observación dan mucha cuenta de aquello de "hecha la ley, hecha la trampa".
Lo que hoy es de no obligatoria aceptación por ley, mañana es obligatorio por las circunstancias.
Empero, quizá peque de tener una visión apocalíptica, pero lo primero que me viene a la cabeza es la imposición por costumbre condicionado por un contexto económico adaptado de una jornada superior, las horas extraordinarias -mejor retribuidas- desaparecerían. Un trabajador trabajando esta cantidad de horas, puede desplazar a otro de su puesto de trabajo, con lo que las reducciones de plantilla llevarían al desempleo a un gran número de la población activa.
Tras esto entra el juego de la oferta y la demanda en el mercado laboral abaratándose los sueldos y disminuyendo la calidad de las condiciones de trabajo.

Paso tras paso, me recuerda a la crítica marxista a la insostenibilidad del sistema capitalista.
Un retorno al mundo laboral del XIX con una necesidad de consumo para mantener el sistema del XXI.

Por ello, protesta y hazte oír desde el medio que sea:
1. Publica un post de rechazo a este atentado contra los derechos del trabajador.
2. Coloca el banner en tu web o blog.
3. Envíalo por e-mail a tus conocidos.
4. Expresa tu descontento a los eurodiputados via e-mail.
5. Cualquier cosa que se te ocurra y esté en tu mano.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bien expuesto Victor. Realmente hay mucho mas en juego de lo que a simple vista se ve.

Va siendo hora de que los trabajadores tomemos conciencia de lo que somos, nos unamos y reaccionemos.

Anónimo dijo...

Hola Víctor!!! Me ha gustado mucho este post y desde luego apoyo esta iniciativa. Como currante y persona me parece una falta de humanidad y ética, además de una medida esclavista, el número de horas que planean esta panda de impresentables. Parecería que es un lujo el derecho a la vida, a la familia, a nuestro espacio personal, esto es una auténtica locura.
Como bien dice Nito todos somos currantes, debe existir una unión para desbancar estas ideas tan extremistas e injustas.

Un Saludo!!