La Great Highland Bagpipe, no sonó en los campos de batalla que enfrentaron a los clanes escoceses y a las tropas inglesas, ni los gaiteros rondaban de castillo en castillo emitiendo melodías de viento en réquiem por los caídos. Ni vestían el tradicional kilt, ni otros muchos rasgos eran característicos de los antiguos escoceses. Distinta sería, pues, la recreación de las andanzas de Sir William Wallace sin el potente y armonioso sonido de la gran gaita de fondo como aparece el películas como Braveheart.
Esta es la teoría del historiador Hugh Cheape. Según sus estudios toda esta parafernalia es una construcción romántica de la burguesía escocesa decimonónica en un afán de recuperar sus orígenes.
Según dice el historiador, "La historia escrita y oral de la gran gaita de las Highlands escocesas es en buena medida el triunfo del mito sobre la realidad histórica".
No quiere decir ésto que la gaita no sea un instrumento característico de las Tierras Altas, sino que las gaitas usadas eran más sencillas que la espectacular Great Highland Bagpipe, hasta finales del siglo XVIII. Pero Cheape defiende que el instrumento llegó a Escocia relativamente tarde. Se extendió antes por el mundo islámico, el Mediterráneo y Europa oriental con siglos de ventaja.
La gaita cobró importancia entre los clanes escoceses gracias al mecenazgo de sus jefes, hasta la batalla de Culloden en 1745 acabó con la rebelión jacobita, en favor de los Estuardo, frente al ejército inglés de la casa de Hanóver.
Tras la derrota jacobita, quedó destruida la tradición por esta cultura musical. Años más tarde, en 1778, un grupo de ricos expatriados escoceses fundaron en Londres la Highland Society con el objetivo de "preservar el espíritu marcial, la lengua, la música y las antigüedades de los antiguos caledonios".
Esta sociedad organizó concursos de gaiteros y encargó fabricar gaitas especiales para entregarlas como premio a dos fabricantes de Edimburgo, Hugh Robertson y Donald MacDonald, que serían, según Cheape los padres de la Great Highland Bagpipe.
Esos instrumentos ganaron popularidad sonando en exhibiciones anuales celebradas en el Theatre Royal de Edimburgo, en el que los mejores gaiteros competían para obtener los premios de la Highland Society.
El mito fue así creciendo hasta el punto de que, según Cheape, se regalaron a algunos museos nacionales gaitas supuestamente ligadas a grandes acontecimientos de la historia escocesa y que en algunos casos son falsas. Como, por ejemplo, la supuesta gaita que sonó en Waterloo, que estaría compuesta por piezas de tres o cuatro gaitas, algunas de ellas incluso del siglo XX.
Sea como fuere, me quedo con el espectacular sonido de este instrumento por el que siento particular admiración. Para que podáis disfrutar de él, os dejo con Scotland the Brave.
FUENTE
EFE. Historiador desmitifica la gran gaita de las Highlands escocesas [en linea]. [s.l.]: Terra, 2008 [Consulta: 20/04/2008] http://actualidad.terra.es/cultura/articulo/historiador_highlands_desmitifica_gran_gaita_2411671.htm
IMAGEN
Great Highland Bagpipe
CRISLER, Peter W. Great Higland Bagpipes [en línea]. [s.l.]: Peter´s Pipes, Inc., 2004 [Consulta: 20/04/2008] http://home.insightbb.com/~pwwjcrisler/index.html
Soboul. "Historia de la Revolución Francesa"
Hace 15 años
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