Toda la población de los indios está dividida en siete clases, la primera de las cuales es el grupo de los filósofos, inferior en número a las otras clases pero el primero de todos en distinción. Los filósofos, exentos de todo servicio público, ni dominan a otros ni están sometidos por otros. Y son llamados por los particulares para los sacrificios en vida y para el cuidado de los fallecidos, por lo que han llegado a ser muy queridos por los dioses y son grandes expertos acerca de las cosas del Hades; obtienen de este cometido regalos y honras notables; y proporcionan un gran servicio a la comunidad de los indios, llamados cada año nuevo al gran sínodo, pues vaticinan a las multitudes acerca de las sequías y de la abundancia de lluvias y también del soplo benéfico de los vientos, de las enfermedades y de otras cosas aptas para favorecer a sus oyentes. Cuando escuchan de antemano el destino, las gentes y el rey compensan siempre las predicciones de escasez y preparan siempre de antemano todo lo necesario. Y el filósofo desafortunado en sus predicciones no recibe ninguna otra pena que la infamia y permanece callado el resto de su vida.
La segunda clase es la de los agricultores que parecen sobrepasar mucho en número a los otros. Estos, liberados de las guerras y de cualquier otro servicio público, se ocupan de la agricultura; y ningún enemigo que se encuentre con un agricultor por el territorio lo injuriaría, sino que, al considerarlos como benefactores comunes, se apartan de toda injuria. Por lo tanto, al permanecer el territorio intacto y cargado de frutos, proporciona un gran disfrute de lo necesario a los hombres. Los agricultores viven en el campo con sus hijos y sus mujeres y se abstienen totalmente de bajar a la ciudad. Tributan al rey un alquiler por su terreno por ser toda la India del rey y no serle posible a ningún particular poseer tierra; aparte del alquiler, abonan un cuarto al patrimonio real.
El tercer linaje es el de los vaqueros y de los pastores y, en general, de todos los ganaderos, los cuales no habitan ninguna ciudad o aldea, sino que pasan la vida en tiendas y, con la caza, dejan limpio de aves y de fieras el territorio. Con el ejercicio y el adiestramiento en esto, civilizan la India, llena de muchas fieras de toda clase y de aves que se comen las semillas de los agricultores.
La cuarta clase es la de los artesanos; y, de ellos, los unos son fabricantes de armas y los otros preparan a los agricultores o a cualesquiera otros los útiles para su trabajo. No sólo están exentos de impuestos, sino que incluso toman del patrimonio real una medida de trigo.
La quinta es la militar, adecuada para las guerras, la segunda en número pero ocupada en la indolencia y en muchas diversiones durante la paz. Y se alimenta del patrimonio real toda la masa de militares, de caballos y de elefantes de guerra.
La sexta es la de los éforos; éstos, investigándolo e inspeccionándolo todo a través de la India, lo comunican a los reyes, y, si su ciudad está falta de rey, a los arcontes.
La séptima clase es la de asesores y funcionarios públicos, mínima en número pero la más admirada en nobleza y prudencia: entre ellos, están los consejeros de los reyes, los administradores del Estado y los jueces y, en general, tienen entre ellos a los jefes y a los arcontes.
Estas son, pues, las clases de la división social entre los indios. Y no es posible casarse o acometer empresas u oficios de otra casta, como trabajar la tierra siendo militar o filosofar siendo artesano.
FUENTES
DE SICILIA, Diodoro. Biblioteca Histórica Volúmen I, Libro II 40-41. Traducción de F. Parreu. Madrid: Biblioteca Clásica Gredos, 2001. ISBN 9788424922924
[s.n.]. El sistema de castas [en línea]. [España]: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 200? [Consulta: 03/09/2007] http://www.cervantesvirtual.com/portal/Antigua/india.shtml#india1
IMÁGEN
[s.n.]. Diodoro Siculo [en línea]. [Agira]: Agira e la sua storia, 200? [Consulta: 03/09/2007] http://digilander.libero.it/agira1/diodorosiculo.htm
Soboul. "Historia de la Revolución Francesa"
Hace 15 años
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