22 marzo 2009
"Somos estudiantes, no delincuentes"
Esta es una de las proclamas más escuchadas en concentraciones y manifestaciones estudiantiles al calor de los vergonzosos sucesos de los últimos días.
A medida que el proceso de Bolonia avanza, el movimiento estudiantil contrario a tal reforma educativa va cobrando fuerzas. Nuevos alumnos, colectivos, profesorado y personal de servicios de las universidades, se suman a esta reivindicación gracias a la labor informativa de los estudiantes.
Europa vive en los últimos tiempos el despertar de un movimiento que parecía aletargado desde hacía décadas. Francia, Italia, Grecia, España... vive sucesos que son un claro despertar del desperezamiento del colectivo estudiantil con motivo de una reforma educativa a nivel europeo confeccionada en la trastienda de los gobiernos e impuesta con una propaganda informativa que oculta el lado oscuro de una medida profundamente neoliberal.
Una medida decidida sin contar con el colectivo universitario y de los futuros estudiantes de estudios superiores, que ha despertado la oposición de aquellos que han decidido no dejarse llevar por la propaganda gubernamental basada en repetir y repetir los aspectos parciales que resultan positivos, pero respondiendo con ambigüedades o dejando en el tintero otros que ponen en tela de juicio el carácter público de la universidad, la elitización económica ante el acceso a ésta o la mercantilización de la educación superior.
Viviendo en un Estado democrático moderno, nos encontramos con que la alternativa política es ninguna ante tal medida si tomamos las evidentes actitudes de las dos formaciones políticas que se reparten el poder. Unos partidos que ya han demostrado que no son representativos de la sociedad despertando protestas multitudinarias; ayer contra la LOU, hoy contra el proceso de Bolonia. Un bipartidismo donde se juega al "donde dije digo, digo Diego" en afán de la consecución de votantes con unas medidas contradictorias que dan un giro de 180 grados según se esté en el gobierno o en la oposición. Me gustaría rescatar algunas declaraciones que contrastan claramente entre la actitud que tenía el PSOE en 2001-2002 contra la LOU (recordemos lo que se decía entonces), donde se protestaba ante unos resultados que se preveían similares a los de Bolonia:
* Octubre de 2001. Carme Chacón (secretaria de Educación del PSOE y actual Ministra de Defensa) Acerca del proyecto de la LOU, medida promovida por el PP (partido en el gobierno): La secretaria de Educación del PSOE acusa a la ministra de Educación, Pilar del Castillo, de no haber escuchado ni a la oposición ni a la comunidad educativa y de tratar de sacar adelante una ley a la que "se oponen todos los sectores".
[s.n.]. Las aulas se levantan. [Madrid]: El Mundo, 2001 [Consulta: 22/03/2009]http://www.elmundo.es/especiales/2001/10/sociedad/educacion/universidadcritica.html
* 20 Noviembre de 2001. Nos encontramos con este titular: "Zapatero llama a los madrileños a manifestarse contra la LOU el 1 de diciembre", y extraigo "Zapatero emplazó a los madrileños a que ofrezcan una «respuesta masiva» para conseguir «un debate amplio, serio, intenso, rico en la sociedad española» sobre el futuro de la universidad".
[s.n.] Zapatero llama a los madrileños a manifestarse contra la LOU el 1 de diciembre [Madrid]: El Mundo, 2001 [Consulta: 200/03/2009]http://www.elmundo.es/2001/11/20/sociedad/1074073.html
Esta era la actitud del gobierno de entonces, pero cambiando el color del gobierno, parece que las cosas han seguido igual y la LOU no sólo no se derogó sino que continúa adelante y está dentro del Proceso de Bolonia, acentuando los aspectos por los que se protestaba.
Hoy ese reclamo del ayer a escuchar a la comunidad educativa y ese llamamiento a la manifestación en pro de un debate, se han convertido en desmedidos sucesos de represión como los sucedido en las calles y facultades de Barcelona (podemos ver ejemplos aquí y aquí), que no sólo han producido cargas, detenciones y heridos entre los estudiantes, sino también entre periodistas, mossos, turistas e incluso un niño de 10 años. Una actitud de violenta represión que, aún con la evidencia de los testimonios grabados, todavía algunos se permiten el lujo de justificar.
En este momento, las manifestaciones, concentraciones, ocupaciones y demás actos de protesta es el único medio de voz de estudiantes que reclamamos el diálogo ante una medida que consideramos impuesta ya que no se ha contado con la opinión de la comunidad universitaria que ha sido expresada en el momento que se le ha permitido obteniendo sorprendentes resultados. Quizá estos resultados haya echado para atrás la posibilidad de iniciativa en otras universidades que conllevarían otros resultados similares que no conviene conocer.
Hola Víctor, estoy de acuerdo en todo lo que dices excepto en tu desaprobación del uso de la fuerza por parte de la policía. Cada vez más la universidad (que es el ámbito que conozco) se aleja más y más y más del mundo real, del mundo profesional que tiene que llevar al país adelante. Con profesores que no han pisado una empresa en su vida, no iremos a ninguna parte (ver: http://www.albertsampietro.com/?p=188).
ResponderEliminarSin embargo, lo que considero inaceptable es la ocupación de las universidades como en Barcelona estos últimos 4 meses, o aun más el uso de la violencia, también en mi ciudad esta misma semana. En este caso apruebo totalmente el uso de la fuerza por parte de la Policía por estas razones:
1. No se puede cortar la artería principal de la ciudad a la hora punta cuando más de 500.000 personas están entrando a trabajar. Personas que se levantan (como yo) temprano y que no tienen porqué pasarse a las 7 u 8 de la mañana una o dos horas dentro del coche.
2. En mi caso, fui testigo directo de lo ocurrido. Ahí estudiantes habían menos del 10%, el resto eran ocupas y gamberros que dudo hayan estado en una aula en los últimos 5 años. Cuando la polícia avisa por megafonía que dejen libre la calle y que protesten en la acera, la respuesta es un lanzamiento de piedras y "cosas" raras de todo tipo sobre la policía espectacular. La policía no se mueve, pero cuando caen al suelo los primeros polis, estos se lanzan a la carga, todo el mundo empieza a correr y acaba en batalla campal, donde es imposible diferenciar entre periodistas, estudiantes y ukupas.
3. En el caso de protestar por el Plan Bologna, no entiendo porque no se usan los mecanismos democráticos. En Barcelona sólo menos del 20% de los estudiantes considera Bologna un paso atrás. El resto no opinan, les da igual o ya lo ven bien.
Bueno, nada más. Felicidades por tu blog y perdón por haberme enrollado en exceso.
Albert Sampietro.
Hola Victor
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo. Las cosas de casa se solucionan en casa, el Rector perdió la paciencia, metió a la policía en casa y la violencia engendró violencia. Si en mis tiempos el Rector hubiera permitido la entrada, la Universidad hubiera ardido.
A los que como yo, vivimos los años de la transición y luchamos y nos manifestamos por obtener derechos laborales y democráticos que ahora se están dejando perder, nos llamaban -ROJOS, COMUNISTAS, DESCAMISADOS, HIPPIES, BARBUDOS, VAGOS...- también éramos un grupúsculo de cuasidelincuentes que no representaban a nadie y su unico fin era desestabilizar. Ahora los llaman -OCUPAS y GAMBERROS-.
Siempre hay indeseables en este tipo de situaciones, pero lo que debe primar de cara a la ciudadanía, es el espíritu de la protesta y los ciudadanos honrados que la promueven.
No somos delincuentes por defender nuestros derechos.
Hola Nito,... hasta los propios estudiantes han reconocido que se les colaron ocupas en el Universidad y que muchos de los que cortaron la Gran Via no eran estudiantes. Como mínimo en La Vanguardia, El Pais y El Periodico aparecía... Saludos.
ResponderEliminarHola Albert,
ResponderEliminarGracias por tu comentario, y no hay nada que perdonar, como verás yo estoy abonado a los comentarios largos.
El motivo por el cual se ve agraviada la ciudadanía ante un tema que no les afecta directamente (al menos aparentemente), es por la imposibilidad de emprender otros medios para difundir la voz de la protesta. Desde las autoridades se niega la posibilidad de llevar a cabo referéndums en las universidades, se niega el diálogo, la negociación y un debate público serio (no un "59 segundos"), no se emprende una campaña de información objetiva y en su lugar se resaltan asuntos parciales y medias tintas sobre un tema que influye sobre algo tan esencial como la educación. Ante todas estas puertas cerradas, sólo quedan las manifestaciones, las huelgas y las concentraciones que también son una vía de expresión democrática, u otras más radicales como los encierros o la acción de cortar calles, pero la violencia no es un buen recurso para conseguir algo en una democracia.
Las cargas policiales se justifican en medida del grado de desorden público con riesgo sobre la integridad física de la ciudadanía, y desde luego, el operativo desplegado en el desalojo de la Pompeu Fabra, no en la manifestación, (está en uno de los vídeos) me parece desmedido, así como el operativo policial desplegado donde en el vídeo de la manifestación se pueden escuchar los testimonios de los vecinos y, lo que más impresiona, el niño golpeado.
Por otro lado la afluencia de colectivos ajenos al convocante es algo inevitable. Unos se solidarizan y apoyan, otros ven una manera de desfogarse y otros quizá se dejen llevar, pero esto pasa en todos los eventos multitudinarios como el fútbol, los conciertos, las macrodiscotecas...
El agravio provocado al resto de la ciudadanía es un medio de alzar la voz, las cifras se pueden manipular, tomando como ejemplo las manifestaciones contra la guerra de Iraq durante el gobierno de Aznar ¿de qué sirvieron?, pero paralizar una ciudad, se nota bastante más, esto lleva a convertir a la masa de gente de un desfile pactado a una auténtica manifestación, donde la sensación de descontrol es lo que llama la atención e inquieta.
Es triste que en una democracia se estén reproduciendo escenas de tiempos pasados, pero por desgracia, nuestras instituciones no están dando pie a mecanismos alternativos.
Un saludo
Creo que en sierto punto se perdio un poco el control de la situación, es bueno el expresarnos el gritar lo que como ciudadanos merecemos pero hay que saberlo hacer.
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